Argentina: el parque de diversiones de los impunes.
Un violador liberado luego de varias causas, no solo reincide sino que comete un asesinato.
Dos pibes con los bolsillos llenos manejan a 200 km/h en plena Capital Federal, muestran sus caras, suben fotos a sus redes sociales rodeados de plata y armas.
Un fiscal es agredido (en dos ocasiones) por investigar causas de coimas.
Y como esos, miles.
Somos el país del chiste, el país donde ir a la cárcel es un paseo de puertas abiertas. Donde un ladrón pisa la salida de la celda tantas veces se le dé la gana. Los mafiosos amenazan a cara descubierta, los asesinos pasean por los parques y las victimas se esconden debajo de la cama.
Se brinda abogado gratuito al victimario y la victima lo consigue pidiendo prestamos al banco.
El país del delincuente, del ilegal, del que no cumple las reglas.
Te cortan calles, te sacan medios de transportes, te hacen 40 días de paro los docentes.
No hay castigo ni para los pequeños ni los grandes delitos.
Acá cada cual hace lo qué quiere. Maneja borracho, se droga en público, sube fotos a internet.
¿Cuánto tiempo faltara para que los qué intentamos seguir las normas vivamos en paz, sin tener que escondernos o esquivar a los que hacen de la Argentina un país impune?