Último tren a Londres

Crónica de unas vacaciones en solitario..

Mientras espero una conexión que me lleve a mi próximo destino pienso: decidí hacer sola este viaje para enfrentar una mochila de miedos y prejuicios a mi misma que me perseguían, pude vencerlo. Decidí venirme sola del otro lado del océano porque creía que no podría encontrar el modo de resolver problemas que se me presenten, los solucione. Decidí viajar miles de kilómetros para encontrarme con la persona que puedo ser: alguien más comprensivo y paciente.

La conclusión es la siguiente: TODOS los temores que uno acarrea son producto de nuestra mente, si intentamos por un momento silenciar y perseguir al instinto nos encontramos con valentía y compromiso hacía nosotros mismos. Somos todo lo valientes que queramos. Ni más ni menos.