Remando juntos
Nunca me caracterice por tener muchos amigos,
recuerdo que de adolescente sufría por eso.
Hoy, con unos años mas y mayor experiencia
me doy cuenta de que lo importante no es tener muchos,
sino tener los que valen, y aunque eso suene a cliché hay tanta verdad
en esas palabras.
Una amistad que no se rompa aunque haya cosas del otro
que no nos gusten tanto, amistades que a veces no se ven a diario
pero el lazo de amistad es irrompible, amistades que tienen muchas anécdotas,
otras no tantas pero no por ello son menos importantes.
Amistades con el sexo opuesto que nos permiten robarle mas de un consejo,
amistades lejanas de distancia pero muy cerca de sentimiento.
Amistades de años, que empezaron jugando a las muñecas y hoy
crían hijos de verdad.
Amistades que comparten pasiones, escenarios, profesiones.
Amistades que presentaron a tu pareja.
Amistades que te demuestran a diario lo grande que uno puede sentirse
si comparte su vida con la gente correcta.
Gracias a cada uno de ellos por formar parte de mi vida,
estuvieron, están y se que estarán siempre.
Gracias por cada abrazo y cada palabra en momentos de dolor
y cada sonrisa compartiendo mis gratos ratos.
Son imprescindibles para que mi bote siga a flote.