Un cuento para una foto #01

Una vez elegí quedarme, estaba muy fría aquella noche y los ruidos de la ciudad habían cesado. Mi cobardía era casi tan grande como mi casa, que no era tan grande, pero era enorme si en ella cabe un mundo de temores. No tuve el valor de ir, de irme y saltar por la ventana de aquel circo. Hoy, varios años después me encuentro solo, sentado junto a un acompañante, pero solo. Tiene defectos, como yo. Ninguno cede. La bicicleta me trajo hasta acá. Y podrá llevarme de nuevo. De nuevo ¿a donde? A otro banco, a otra historia, a otra compañía en la que mis piezas encajen. Me paré y me fui. Mi acompañante miro el horizonte, nunca sabré si por miedo o desinterés. Yo tampoco miré atrás. Era hora de la despedida, sin palabras, ni consuelos. Quizás no lo sepa, pero lo quiero. Aun yéndome. Pero más me quiero a mí.